Dejar ir algunas cosas es aún más importante que agregarlas. La mejor manera de elegir qué guardar y qué desechar es preguntarte ¿Esto me hace feliz?. Con el paso del tiempo y los años, todos vamos cambiando. Cambiamos la forma de ver las cosas, porque todo alrededor nuestro también cambia. Y en esa constante, es muy importante saber adaptar el hogar a nuestros propios cambios, así podremos ver reflejada nuestra personalidad en él.
Así que llegado el momento, tirar lo que no cumple una función en casa es clave para mantener el orden, no solo en el hogar, sino también en la mente.
Para pasar página.
Abrir el 'baúl de los recuerdos', ya sean esas camisetas de conciertos a los que fuiste alguna vez o esa vajilla que te regalaron, implica revivir momentos pasados, algunos pueden ser lindos, pero también va a haber de los otros... Para poder pasar página, vivir el presente e ir de frente hacia el futuro, conviene hacer una revisión al detalle de todo lo que guardamos y estar preparados para decirles adiós.
Para ganar más espacio.
Aunque es una obviedad, conviene destacar casi en mayúsculas el espacio extra que siempre logramos ver una vez que desterramos todo lo inservible de nuestros placares y habitaciones. Las velas gastadas de los cumpleaños deben irse el día después, las macetas sin plantas o llevan una nueva o afuera!
Para valorar.
En una casa ordenada sin cosas inútiles, conoceremos a la perfección lo que tenemos, necesitamos y nos viene bien. Es la única manera de aprender, apenas sin darnos cuenta, a valorar mucho más todos los regalos o los detalles materiales de un familiar o un amigo y eso se transformará en otro momento extra de felicidad, satisfacción y cariño. Así aprenderemos además a acompañar los cambios propios y que se vean reflejados en el hogar.