Una almohada para cada forma de dormir
¿Dormís boca arriba o cambiás mucho de postura?, ideal ir por una almohada que brinde firmeza y un grosor de grado medio. Asimismo, te aconsejamos una altura media, para lograr la máxima alineación de los tramos cervical y dorsal de la columna.
¿Dormís de costado o apoyado sobre un hombro, necesitás una almohada gruesa, firme y alta o media alta, para que el cuello sea una prolongación de la dirección de la columna. Pero ¿cómo calcular ese grosor? Una regla sencilla puede ser medir la distancia del extremo de un hombro a la oreja y añadir entre 2 y 4 centímetros, en función de la dureza, tendremos el dato aproximado.
¿Dormís boca abajo? para la dureza y el material con el que esté fabricada la almohada, se imponen las características de blanda y fina, de tal manera que permita que la cabeza quede alineada con el cuerpo y simule la posición vertical. No es la postura más recomendada para la columna por las tensiones que genera en las cervicales.
Y, como fórmula para minimizar los ronquidos, está demostrado que lo mejor es adoptar la posición decúbito lateral, también llamada fetal. Para quienes roncan, se diseñan almohadas especiales, que les obligan a adoptar una postura fetal y evitan que duerman boca arriba, ya que esto entorpece la respiración, por obstruir las vías respiratorias.
Concluiremos recordando dos consejos más para que una almohada sea garantía de un sueño reparador:
• La almohada debe ser individual. Se desaconsejan las almohadas de tamaño doble.
• Por higiene es conveniente renovarla cada dos años.
Salud y sueño están totalmente relacionados, tal y como constatan numerosos estudios médicos y científicos. Durante la noche no solo se duerme y se descansa, el cuerpo aprovecha para poner en marcha una serie de procesos que sirven para, de una manera didáctica, hacer sus tareas de mantenimiento.