Descanso de una buena noche de verano

El verano es el mejor momento del año para descansar, porque tocan las vacaciones, pero además parece más fácil olvidar todo lo que pasó en el año que dejamos atrás.

Aquí te contamos algunas claves para potenciar tu descanso de verano.


Regulá la temperatura de la habitación

Una temperatura ideal oscila entre los 16ºC y 18ºC, esto ayuda a relajarte y eliminar la sensación de sofocamiento que no te permite descansar. 

  • Abrí puertas y ventanas para permitir que el aire fluya dentro de las habitaciones y refresque el ambiente.
  • Desconectá los aparatos que no utilices de la luz, pues te sorprenderá la cantidad de calor que generan.
  • Si tenés un ventilador, coloca un recipiente con hielos delante de él para enfriar más el aire.
  • Cerrá las cortinas durante el día, esto evita que el calor se filtre.


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Regulá tu propia temperatura

  • Tratá de dejar los alimentos pesados y abundantes para la comida; mantén una cena ligera pues el proceso de digestión eleva la temperatura corporal. 
  • Ayudá a tu cuerpo a reducir la temperatura corporal con un baño de agua fría o tibia.
  • Tomá un vaso de agua fría para reducir tu temperatura.

 

Elegí ropa de cama adecuada

Tus sábanas y cubrecamas deben ser de algodón pues este material es fresco y permite la ventilación mientras estás durmiendo. Además, el relleno preferentemente debe ser de pluma, pues tiene cualidades térmicas al permitir que el aire se mueva entre sus fibras.

Tu colchón también puede ayudarte a dormir un poco más fresco. Elegí colchones que cuenten con regulador térmico y tela CoolMax®. Este sistema seca la humedad más rápido y de manera más eficaz, regulando al mismo tiempo la temperatura corporal por enfriamiento evaporativo. De esta manera asegurás tu descanso en tiempos de mucho calor.


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La almohada te puede ayudar

Elegir la almohada más adecuada no solo es esencial para una gran noche de sueño, sino que es la clave para mantenerte fresco mientras dormís. Sobre tu almohada reposa tu cabeza y en ella se encuentran miles de glándulas sudoríparas que transpiran para mantenerte fresco. 

Si este elemento de tu habitación no ayuda a absorber la sudoración y dejar pasar el aire para refrescarte, entonces tendrás una mala noche; elegí almohadas con gel refrescante y con atributos térmicos que te ayuden a mantener la cabeza más fresca durante la noche.

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